Seis libros que marcaron mi adolescencia (Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil)

En este post, que escribo por el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, he querido enumerar los 6 libros que más recuerdo de mis lecturas entre los 10 y 16 años. En un principio en este post sólo iban a figurar cinco títulos, pero después de estrechar el circulo me vi incapaz de descartar cualquiera de estas seis obras.

6. La trilogía de los Trípodes (John Cristopher)

En la Trilogía de los Tripodes que se abre con Las Montañas Blancas se desarrolla la historia de la invasión de la Tierra por una raza alienígena que se desplaza en gigantescos robots y vive en ciudades especiales, Los Tripodes han dominado la Tierra y reducido a sus habitantes a simples esclavos. Controlan a los humanos mediante la inserción en sus cráneos de unas placas metálicas. A partir del día de la solemne Ceremonia de la Placa, que tiene lugar a los catorce años, los chicos son considerados ya como personas mayores. ¿Personas?¿Esclavos? A Will Parker, un muchacho que está a punto de recibir la Placa, se le plantea serias dudas.

Puede que no sea una trilogía excesivamente conocida, yo misma accedí a ella de pura casualidad en una biblioteca, pero La trilogía de los Trípodes de John Cristopher, que leí a la edad de 12 años pero recuerdo claramente que esta historia provocó tal impacto en mí que leí los tres libros del tirón, casi sin descanso.

Una historia sobre una invasión alienígena que esclaviza a la humanidad controlándola a través de placas que insertan en sus cabezas, y un grupo de rebeldes dispuestos a poner fin de manera casi suicida a esta situación, me abrió las puertas a la literatura de ciencia ficción.

5. El gato negro (Edgar Allan Poe)

El gato negro (título original en inglés: The Black Cat) es un cuento de horror del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, publicado en el periódico Saturday Evening Post de Filadelfia en su número del 19 de agosto de 1843. La crítica lo considera uno de los más espeluznantes de la historia de la literatura.

Leí a Poe por primera vez a los 14 años, y además en inglés. Descubrí su literatura gracias a un trabajo de clase y, aunque mi nivel de inglés entonces no era nada bueno, consiguió despertar en mí el suficiente interés como para leerme de tirada el resto de sus obras en castellano e interesarme por un tipo de género de terror que no conocía hasta entonces.

Algo parecido, por cierto, me ocurrió con la novela 'Jane Eyre' Charlotte Brontë, que gracias a un trabajo de clase me abrió las puertas a toda la literatura inglesa del romanticismo, pero que por motivos de selección he decidido no incluir en esta lista, aunque si mencionar :P.

4. Cuentos de la infancia y del hogar (Los hermanos Grimm)

El valor de estos cuentos, extraídos de la milenaria sabiduría popular, no radica tan sólo en su sabia recreación literaria. Los hermanos Grimm, especialistas en las antiguas lenguas y literatura germánicas, realizaron una paciente tarea de recate y reconstrucción lingüística. La riqueza de sus resultados se demuestra con la vigencia que arquetipos míticos como Blancanieves, Pulgarcitom Caperucita Roja, La Cenicienta y tantos otros han mantenido en la memoria colectiva. Recogidos en boca de la gente sencilla de pueblos y campiñas, e ellos se aúndan la enseñanza ética con la fresca poesía popular. 

Ese es el título de un libro viejo y amarillento que durante un día de travesuras encontré entre las pertenencias escolares de mi madre a los 10 años.

Los cuentos de los hermanos Grimm me hicieron despertar de las más que dulcificadas versiones que Disney había hecho de algunos de sus cuentos, y quedar completamente fascinada por sus historias, así como de otros cuentos tradicionales que luego he conseguido encontrar.

Porque sí, admito que me fascino enormemente descubrir que Blancanieves después de derrotar a su madrastra la hizo bailar con unos zapatos de hierro caliente el día de su boda, o saber que a las hermanastras de cenicienta las picotearon los ojos unos pichones el día que la protagonista felizmente se casó con el apuesto príncipe.

3. Harry Potter (J.K. Rowling)

''Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería. A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos... aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un verdadero mago!''

¿Quién no conoce a Harry Potter? Poco hay que explicar del mago más famoso de la literatura contemporánea. Yo lo conocía a la edad de 13 años y durante unos meses sufrí una auténtica obsesión por el mundo mágico de Hogwarts que me hizo leerme los cuatro primeros libros (los que había publicado Rowling hasta la fecha) y todas las publicaciones, autorizadas o no, que algo tenían que ver con este personaje.

Después, y seguro que esto es algo que comparte mucha gente, Internet hizo el resto. Páginas webs de fans, foros, sombreros seleccionadores virtuales que siempre me mandaban a Hufflepuff... sirvieron para compartir y aumentar mi pasión por estas novelas, que si bien ha menguado con el tiempo, aun continúa ahí.

2. El Hobbit (J.R.R. Tolkien)

Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit: no mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca, y su máxima aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida (comer bien, pasear y charlar con los amigos). Y es que todos ellos son tan vagos como bonachones, por naturaleza, y porque quieren. Pero una soleada mañana, Bilbo recibe la inesperada visita de Gandalf, el mago de larga barba gris y alto sombrero, que cambiará su vida para siempre. Con Gandalf y una pandilla de trece enanos, y con la ayuda de un mapa misterioso, nuestro héroe partirá hacia la Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el Dorado, un terrible y enorme dragón. Para eso tendrán que superar muchísimos peligros y toda clase de aventuras que Bilbo jamás hubiera podido ni imaginar y que lo convertirán en el hobbit más famoso del mundo. Lo que Bilbo no sabe es que el anillo que encontró en el camino será el principio de otra gran aventura... la del Señor de los Anillos.

El Hobbit fue la primera obra de Tolkien que llegó a mis manos, seguramente también por ser la más ligera, y aunque no recuerdo exactamente a que edad lo leí, si puedo asegurar que fue más tarde de lo que me hubiera gustado, porque descubrir la Tierra Media es una experiencia única, absorbente, fascinante, y que todo el mundo debería experimentar.

1. La Historia Interminable (Michael Ende)

Bastián Baltasar Bux es un niño de once años que descubre en una antigua librería un libro titulado “La Historia Interminable”, el cual posee poderes mágicos. Esa magia hace que el mismo Bastián (un niño tímido) se convierta en un héroe de esa historia que parece no terminarse nunca, en la que se unirá a Atreyu, otro niño de la tribu de los pies verdes, con el objetivo de salvar al mundo de fantasía.

Leí por primera vez 'La Historia Interminable' a los 11 años, y desde ese momento decidí que amaba todo cuanto tenía que ver con la literatura fantástica.

La película de 1984 formaba parte de la programación recurrente de los fines de semana durante los años 90, por lo que pasé mi infancia viendo el filme en televisión siempre que lo ponían. Pero hasta que leí el libro a la edad de once años no me enamoré completamente de la historia de Bastian y su descubrimiento de 'Fantasía' que también fue el mío.

La edición con la letra a dos colores, los seres fantásticos que destacaban entre los tópicos que había conocido hasta entonces, los descubrimientos de Bastian en su viaje a Fantasía, el mismo título del relato... todo, absolutamente todo lo que contiene esta historia han convertido a 'La historia Interminable' en, sin ninguna duda, mi libro favorito.

Y ahora que yo os he enumerado los seis libros que marcaron mi adolescencia, por este Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, os invito a que me contéis los vuestros. :P