viernes, 10 de diciembre de 2010

Punto de vista: Primer contacto con Cataclysm

Después de probar un par de días la nueva y esperadísima expansión del juego World of Warcraft vengo a contar mis primeras impresiones.

Antes que nada quiero aclarar que no soy, ni mucho menos, una experta en el mundo de Azeroth, más bien todo lo contrario, así que todo lo que podéis leer aquí es, como bien dice el título de post, mi punto de vista. También aviso a los que no estén familiarizados con el juego, que puede que no se enteren de mucho.



Para mí la expansión comenzó antes de tenerla, concretamente el martes por la noche con la increíble masificación de jugadores en la ciudad de Ventormenta (sí, como podéis suponer soy un ali). En la guild corrían todo tipo de rumores, desde que Alamuerte iba a aparecer en Ventormenta para quemarnos a todos (con lo cual de paso ganábamos uno de los nuevos logros de la expansión) hasta que el rey Varian nos iba a honrar con un emocionante discurso.

Lo que en realidad ocurrió fue que, pasadas las doce de la noche y tras decepcionarnos porque Varian no abría la boca y Alamuerte no aparecía, el servidor se saturó y nos expulsó a la mitad de los jugadores (por lo menos a los de mi hermandad). Total que allí dejé a todos ansiosos por subir de nivel y me fui a dormir.
Al día siguiente me decidí a comprar la expansión para no quedarme atrás de nuevo, porque soy tan lenta que había llegado a nivel 80 (el máximo antes de la expansión, para los que no conozcan el juego) hace dos días, y no quería volver a quedarme fuera de las actividades más “guays” que organizaban en mi hermandad.
Después de una rápida instalación, debida a la cantidad de parches que me comí antes de Cataclysm, inicié sesión. Pude comprobar que la expansión se instaló correctamente al ver de nuevo la “bendita” barra de experiencia en mi pantalla. 

Además, casi al entrar, me enteré que ya había gente al nivel 85. Sí, cinco niveles en una noche. Porque los logros de ser el primero del reino en subir no se consiguen todos los días. Ese es uno de lo momentos en que te das cuenta de lo “noob” que eres.

Lo primero que hice fue comprar la licencia de vuelo en Azeroth y sacar mi montura para darme unas vueltas sobre Ventormenta y alrededores, comprobando lo guay que era poder volar por fin en esas zonas. 
Después de haberme entretenido un rato ya me decidí y partí en busca de las nuevas zonas, en concreto a Vashj'ir. Nunca pensé que podría tener tanto complejo de sirenita gracias a un juego.

En toda mi experiencia en este multijugador no había visto una zona de misiones tan llena. Lo que provocaba situaciones muy graciosas, por ejemplo no encontrar ningún objeto debido a que todos buscábamos lo mismo, o todo lo contrario, los monstruos reaparecían con tanta rapidez que  no te daba tiempo a salir de la zona, porque matabas a tres y tenías seis encima.


Después de subir un nivel en esa zona (lo cual me llevó todo el día, porque no soy nada “pro”) acabé  hasta las orejas de la zona. Ni si quiera el caballito de mar, nunca una montura había sido tan fácil, me animó a continuar buceando por allí. Así que pensé ¡vamos de mazmorra!

No tan sencillo, ahora para aventurarte a las mazmorras de Cataclysm debemos conocer las entradas (cosa que me da mucha pereza buscar) así que para mí el martes en World of Warcraft terminó.

Ayer más animada viajé al monte Hyjal, una zona que me ha gustado  bastante más que la submarina. La zona ayer no estaba tan llena de jugadores (debido seguramente a que todos suben mucho más rápido que yo) así que de forma cómoda y entretenida he conseguido llegar a nivel 82 (no sin antes recibir noticias del primer mago en llegar a 85, el primer paladín, el primer pícaro, el primer jugador en conseguir máximo nivel en arqueología).

Total, que mi impresión en Cataclysm es que sigue siendo más de lo mismo, pero un poquitín mejor. Aunque la zona submarina me resultó tremendamente aburrida hay que reconocer que el juego ahora incluye muchas innovaciones, más vídeos, misiones diferentes (me quedé alucinada cuando un calamar gigante atacó el barco en el que iba, o en mitad de una misión un mosntruo me raptó).

Como podéis comprobar no he hablado de mazmorras, porque evidentemente no he ido a ninguna (¿no os dije ya que no soy nada buena en el juego?) pero al parecer ya hay vídeos colgados demostrando que la dificultad (y por tanto la diversión) ha subido notablemente respecto a la anterior expansión.

Por último a pesar de las insistencias de los jugadores de mi hermandad, no fui para nada equipada a Cataclysm, e hice bien, porque los objetos que dan como recompensa a las misiones me valen de sobra para seguir avanzando (ojo, a mi manera). 

2 comentarios:

D3sk0n7r0l

XDDD, los jugadores que lleguen con poco oro a esta expansion lo van a notar, sobre todo a la hora de las reparaciones, ya que al subir la dificultad de las nuevas mazmorras morir es mucho mas facil que antes

Cristina

Pues con mis profesiones voy apañadita... xD

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